En La Paloma, Uruguay, una casa de campo diseñada por el arquitecto Diego Montero se integra con naturalidad al entorno, abrazando la vegetación autóctona, la luz del atlántico y la rusticidad propia del paisaje costero. Su arquitectura austera, honesta y profundamente sensible al lugar, se convierte en el escenario ideal para una propuesta Robinet donde los metales cálidos son parte esencial de la identidad del proyecto.

Para esta obra se seleccionaron griferías de las líneas Persa y Berna, dos colecciones que equilibran carácter y simplicidad: una más ornamental en sus detalles, la otra más contenida y arquitectónica. El diálogo entre ambas aporta ritmo, coherencia y una presencia serena en los distintos espacios de la casa.

Los acabados elegidos, cobre viejo y bronce viejo, fueron claves para acompañar la atmósfera del proyecto. Sus tonalidades profundas, levemente patinadas y con un brillo controlado se integran en armonía con la piedra, la madera natural y las texturas rústicas del interior. Son colores que se sienten parte del paisaje, que maduran con el tiempo y que traen consigo la calidez del trabajo artesanal.

Cada pieza, desde una grifería de cocina hasta un pequeño accesorio, fue seleccionada o desarrollada respetando el espíritu de la obra: materiales nobles, detalles hechos a mano y una estética que no busca llamar la atención, sino acompañar. Robinet se suma así a la mirada de Diego Montero, potenciando esa búsqueda de simplicidad elegante que define a la casa.