Inspirada en la arquitectura clásica y el espíritu relajado de Los Hamptons, esta residencia expresa una elegancia atemporal donde la luz, los materiales nobles y el diseño artesanal se combinan con armonía. Cada ambiente fue concebido para transmitir serenidad y confort, en un equilibrio perfecto entre sofisticación y naturalidad.

La doble altura del espacio social potencia la luminosidad y realza la escala de la vivienda. Las paredes blancas, los tonos neutros y los detalles dorados construyen una atmósfera de lujo silencioso, donde cada elemento se integra sin imponerse. En este entorno, la grifería Robinet acompaña con una presencia sutil pero inconfundible: piezas diseñadas con precisión, carácter y una estética que trasciende el tiempo.

En la cocina, el diseño funcional se combina con el calidez de los materiales y la distinción de la grifería Robinet en terminación oro, que aporta un acento sofisticado al conjunto. En los baños, el mármol y el metal se encuentran en una composición equilibrada, donde las líneas puras de las piezas Robinet reflejan el valor de lo artesanal y la belleza de lo esencial.

Incluso en los espacios de servicio, la marca mantiene su sello distintivo: diseño, calidad y coherencia estética en cada detalle.

El recorrido culmina en los ambientes exteriores, donde el confort se extiende hacia la naturaleza con la misma calidez que define toda la casa.

El resultado es una vivienda que encarna la esencia de Robinet: artesanía, elegancia y permanencia.